
El Pontífice quiere sacerdotes que apuesten por el progreso, acordes a los tiempos que vivimos, hombres transparentes y misericordiosos.
DIARIO ACTUALIDAD BOADILLA – El Papa Francisco ha puesto en marcha una estrategia para renovar la cúpula de la Iglesia católica en España, considerada como una de las más reacias a las reformas impulsadas por el pontífice argentino.
El objetivo es sustituir a los obispos más ultraconservadores por otros más abiertos al diálogo, la transparencia y la misericordia.
El proceso se inició con el nombramiento de un nuevo arzobispo de Valencia, el cardenal Carlos Osoro, y continuará con el relevo de otros cargos clave en la Conferencia Episcopal Española, el órgano de gobierno de los obispos.
«Francisco quiere ser un Pablo VI para España, y que Cobo sea su Tarancón». Un experto con décadas de conocimiento de la Congregación para los Obispos (la fábrica vaticana de prelados) define de este modo el movimiento que el Papa ha llevado a cabo el pasado sábado y que, pese a pasar desapercibido para buena parte de la prensa generalista, supone un golpe de efecto imprescindible para entender el futuro de la Iglesia española. Este sábado, el bolletino de la Sala Stampa anunciaba que Bergoglio había designado al arzobispo de Madrid, José Cobo, y al obispo de Teruel y Albarracín, José Antonio Satué, miembros de esa congregación encargada del nombramiento de nuevos obispos.

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El trabajo no parece sencillo, pues a la falta de vocaciones se suma un clero envejecido y unos sacerdotes jóvenes que, en su mayoría, provienen de nuevos movimientos conservadores, como los kikos o el Opus Dei.
Bergoglio, además, no está contento con los procesos de elección que está llevando a cabo el actual Nuncio, Bernardito Auza, a quien algunas fuentes critican por estar demasiado cerca del sector todavía liderado por el cardenal Rouco Varela. De hecho, en los últimos nombramientos de relevancia –Madrid, Valencia o Santiago de Compostela– han primado más los informes externos que los que llegaban al Vaticano vía Nunciatura.
¿Y qué busca Francisco en los nuevos obispos? Según el experto consultado por este medio, el Papa quiere pastores «cercanos al pueblo», «abiertos al diálogo», «comprometidos con los pobres» y «dispuestos a colaborar con otras confesiones religiosas». En definitiva, obispos que sigan el espíritu del Concilio Vaticano II y que no se encierren en una visión autoritaria y doctrinal de la fe.
Obispos que sean capaces de renovar la Iglesia desde dentro y desde abajo.
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