
Nueva pandemia política española
artículo de opinión
Mercedes Usero Fabra
Aviso a mis lectores que este artículo está escrito con ironía, sarcasmo y algún tinte de realidad. Si logro arrancaros una sonrisa; Misión Cumplida.
Político-Buenos días doctor
Doctor: Buenos días ¿En qué puedo ayudarle?
P: Pues verá, llevo unos meses con imágenes repetitivas en mi mente que me impiden pensar con claridad .
D: Puede especificarme más…¿Qué ve? ¿Cómo se siente?
P: Veo banderas españolas gigantes en todas las rotondas de mi ciudad, veo objetos con banderas, veo comida con banderas, veo pulseras con los colores de la bandera, la bufanda de mi Atleti la veo roji-gualda…veo la vida en tres colores rojo-amarillo-rojo.
D: No se alarme usted, pero en el congreso hay una epidemia que está afectando a muchos de ustedes, se trata de una enfermedad mental obsesiva convulsiva que afecta al lóbulo occipital derecho de su corteza cerebral, más vulgarmente conocida como: “Españolitis Aguditis”. No se alarme con tratamiento se pueden controlar los síntomas y con una terapia de choque se puede llegar a erradicar y volver a ver la vida con multitud de colores.
Esta historia, bien podía ser el comienzo del argumento de una película de Netflix versión española.
La españolitis aguditis se está acentuando en los últimos meses y empieza a rayar la paranoia entre algunos políticos que sufren esta demostración de pseudo-amor a su patria.
Generalmente, se trata de varones de edad media, rondan los 40, que sufren la necesidad imperiosa de hablar de España en cuanto les ponen un micrófono delante o en cuanto abren sus perfiles sociales. Los selfies con banderas son su obsesión. Seguro que conocen alguno de estos personajes en su entorno cercano. Parecen una pandemia surgida de un sentimiento pseudo-patriótico entre los señoritos de provincia. Esos provincianos acomplejados que emigraron a la ciudad con 18 años en busca de nuevas oportunidades, y terminaron afiliándose en un partido político en busca de un trabajo de por vida, opositores a políticos profesionales que no conocen otra vida laboral más allá de la política.
Pero que no cunda el pánico, la españolitisaguditis se cura. Un grupo de científicos españoles han descubierto un tratamiento pionero que se aplica en tres fases y cuyos resultados están dando un halo de esperanza a la sociedad. En primer lugar, hay que evitar el contacto con elementos que inciten al recuerdo. Se inicia el tratamiento con una dosis matutina de la siguiente fórmula: 30mg de humildad+ un baño caliente de realidad +10 minutos de meditación con un audio de Puigdemont en catalán invitándote a una práctica de Mindfulness. Siguiendo este tratamiento un mes, el paciente empieza a ver una gama de colores más amplia y se hace tolerante al resto de banderas que ondean en su país.
En segundo lugar, y para una curación completa, el sujeto debe asistir a un retiro independentista en la Abadía de Montserrat– Cataluña– con Oriol Junqueras y Pujol como gurús del españolismo y maestros de ceremonias. Si el sujeto supera el mes de estancia en la Abadía sin ser convertido al independentismo vuelve siendo un español tolerante porque habrá convivido con personas que no piensan como él, sabrá escuchar mejor, será más empático y verá que en la vida no todo es blanco o negro. Además le darán un titulo acreditativo semejante al servicio militar obligatorio-porque estos patriotas no han hecho el servicio militar a pesar de amar España por encima de todo y porque se creen más españoles que cualquiera del resto de los mortales. Los indepes de la Abadía también se llevan su ración de tolerancia y se desintoxican de ideas nocivas provocadas por el adoctrinamiento independentista al que se han visto sometido durante décadas, es un tratamiento bilateral que sana a todos. Oriol, Torra y Pujol descubren que el independentismo es un cuento…¡un cuento chino!
En tercer y último lugar, iniciarán unos ejercicios matinales cantando el siguiente mantra: No robarás a España jamás y si así lo hicieras con tu muerte política pagarás, no crearás cajas B, no evadirás impuestos, serás honrado y no mentirás. Al finalizar el día realizarán un exhaustivo examen de conciencia para corroborar que han cumplido los mandamientos del buen español.
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