
La zona del casco histórico presenta sus aceras con restos de orines y excrementos caninos. Las urbanizaciones también presentan deficiencias en la limpieza viaria.
Las calles de Boadilla están sucias y desprenden mal olor. Los trabajos de desinfección y limpieza que debe hacer el equipo de gobierno municipal (PP) no son ni mucho menos suficientes ,según nos trasladan vecinos de las diferentes zonas del municipio y nos confirman varios concejales de la oposición con los que hemos hablado.
El Ayuntamiento de Boadilla ha ampliado a cuatro el número de barredoras que operan en las urbanizaciones históricas, realizando trabajos de barrido mixto. Tres son barredoras sobre camión y la otra es una autónoma para aceras; sus anchos de barrido llegan hasta 3, 20 y 2,35 metros respectivamente. Además, un operario actúa a pie con sopladora de modo que se realiza un servicio combinado de soplado y barrido mecánico.
Estas barredoras, incluidas en el nuevo contrato de conservación y mantenimiento de parques y jardines, son más eficientes y sostenibles, y ofrecen un servicio de limpieza de alta calidad, minimizando el impacto en el medioambiente, según nota emitida por prensa municipal.
Pero no solo hay que barrer las calles de hojas y restos orgánicos, después hay que completar el servicio de limpieza con maquinaria especifica para desinfectar las calles y librarlas de malos olores.
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