
El ministro de deportes, Iñigo Méndez de Vigo, y el alcalde de Boadilla, Antonio González Terol, inauguran un centro deportivo en la localidad
El ministro de Educación, Cultura y Deporte y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, ha inaugurado hoy la nueva instalación deportiva BeOne de Boadilla del Monte, lo que supone abrir, once años después, un «nuevo capítulo» en la localidad según su alcalde, Antonio González Terol.
El nuevo centro es una concesión administrativa del Ayuntamiento que pone a disposición de los vecinos 700 metros cuadrados de sala fitness con maquinaria de última generación, seis salas de actividades dirigidas, dos piscinas, spa, pabellón polideportivo, 4 pistas de pádel, zona Cross y 250 clases dirigidas a la semana.
El ministro de Deporte y el regidor de Boadilla han recorrido las diferentes ubicaciones del complejo, que tiene además espacios y actividades adaptadas para los niños, un área de salud que incluye fisioterapia y está prevista un área comercial anexa al edificio. La instalación contará con 140 plazas de aparcamiento.
Méndez de Vigo se ha interesado por el deporte del crossfit al preguntar y elogiar al monitor que estaba desarrollando la actividad, en una zona que estaba pensada en años pasados para un foso de alto rendimiento de gimnasia rítmica.
Tras concluir la visita, en declaraciones a Efe, Terol ha explicado que la empresa privada ha realizado una «gran inversión» para la explotación de este gran centro que está ubicado en «suelo público» y que tiene precios económicos ya que pueden realizar actividades «toda una familia por 75 euros».
Terol ha recordado que cuando llegó a la Alcaldía en 2011 este era uno de los dos polideportivos que estaba en desuso». «Algunos por la trama Gürtel y este de la etapa de Gerardo Díaz Ferrán», ha asegurado.
Ha considerado que la inauguración de hoy «supone pasar página» y escribir «un nuevo capitulo brillante, transparente y muy limpio». «Es una gran satisfacción y ya se han apuntado más de 1.700 vecinos», ha finalizado.
Doce años después ha visto la luz un proyecto, situado al lado del colegio Teresa Berganza, para la instalación de un centro deportivo que será gestionado por el Grupo Serviocio .
En los once años que han transcurrido hasta que ha sido posible la inauguración del complejo, el espacio ha vivido el incumplimiento de los plazos marcados a la empresa Trapsa, que en 2005 fue la adjudicataria de la construcción del centro. El plazo de ejecución de la obra era de 14 meses, que empezaban a contar en octubre de 2006. Trapsa podría explotar la infraestructura durante cincuenta años, según el pliego.
Sin embargo la compañía no cumplió y en 2010, cuatro años más tarde, el Gobierno municipal le impuso una sanción de casi 400.000 euros. Ambas partes acordaron fraccionar el pago de la sanción y que la obra continuase; no se cumplió ninguno de los dos aspectos.
Tuvieron que pasar seis años más para que el proyecto pasase a otra empresa. En estos años Trapsa segregó su actividad a la mercantil Fitness Boadilla, que también incumplió las obligaciones contractuales. En 2014 la compañía se declaró en concurso de acreedores.
El pasado mes de octubre, el Administrador concursal comunicó al Consistorio la aprobación definitiva del Plan de Liquidación y su propuesta de ceder a un tercero el contrato de concesión a lo que el Ayuntamiento accedió.
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